Acceso, seguridad, manejo de flujos de público y una experiencia satisfactoria de los clientes son las variables que optimizan las “ciudades dentro de las ciudades” adoptando una tecnología urbana global impulsada por nuevos conceptos de urbanización y que permiten el incremento en la implementación de innovaciones tecnológicas
No ha sido extraño que en días recientes, nos encontremos de manera sorpresiva con tecnologías novedosas en espacios como centros comerciales, entidades bancarias o accesos en aeropuertos, y que tan sólo han venido a facilitarnos la operatividad, el desplazamiento, los accesos a áreas determinadas o a sus funcionamientos específicos.
Cierto es que la pandemia del COVID 19 aceleró este tipo de procesos que se antojaban inevitables, pero que estaban pensados para un futuro a corto o mediano plazo. Ahora, parece como si estuviéramos en una carrera sin fin hacia un desarrollo tecnológico de cambios constantes y en el que las experiencias de la vida cotidiana serán cada vez mejores, más seguras y eficaces.
Todo ello hace parte de la innovación que enmarca el desarrollo de las “ciudades inteligentes”, que muy pronto será factor fundamental en la valoración comparativa que se haga entre los grandes centros urbanos. Es decir, en un futuro que se presiente “a la vuelta de la esquina”, como se dice coloquialmente, las grandes ciudades y su fuerte apuesta a través de la oferta turística, ira de la mano de las posibilidades tecnológicas que permitan a residentes y visitantes moverse por sus espacios y utilizar sus distintos servicios de manera rápida, ágil, segura, eficiente y sistemática.
Las ciudades son el centro de toda la innovación tecnológica. Pero ésta será imposible si se piensa desde una administración unificada en la recopilación, interpretación y generación de la respuesta automática de los datos que alimentan las plataformas que ayudan en la solución tecnológica de las principales problemáticas citadinas
Así, y como se relacionaba en un artículo previo, las ciudades inteligentes están llamadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos frente al caos que afrontan estas grandes urbes, y la automatización de muchas de sus interacciones permitirán que ello sea posible. Pero todo el engranaje que va permitiendo a las ciudades ser eje y centro de toda esta innovación tecnológica resultaría imposible si se piensa desde una administración unificada de los datos (recopilación, interpretación y generación de la respuesta automática) que ayuden en la solución tecnológica de las principales problemáticas citadinas, hablamos de transporte público interconectado, entorno inteligente, vigilancia inteligente, hogares inteligentes, así como el cuidado de la salud.
Factor clave de innovación tecnológica
Toda esta operatividad tecnológica requiere que los datos recopilados sean descentralizados para que esa administración de la ciudad se pueda hacer por partes específicas, tomar decisiones localizadas, y así optimizar los recursos ante la reducción de las interacciones externas. De esta manera, los datos recopilados son más manejables y tienen una relevancia mayor para las personas que hacen parte de un entorno o espacio específico. A esto se le llama micro-ciudades inteligentes (Smart micro-cities) o “Ciudades dentro de las Ciudades”, que si bien se comportan de la misma forma macro de la Ciudad Inteligente, a manera de grupos están y estarán gradualmente localizadas en zonas urbanas o sitios que se caractericen por una alta concentración de público, como aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales, conglomerados de oficinas, campus corporativos o universitarios.
Las micro-ciudades son claves en el incremento de la implementación de las innovaciones tecnológicas, y sus soluciones aportan un favorable impacto ambiental y avances en temas como el acceso, la seguridad, el manejo de flujos de público y la experiencia satisfactoria de los clientes
Esto quiere decir que los desarrolladores de aplicaciones destinadas a estas micro-ciudades inteligentes recurren a tecnologías como la robótica, la automatización, la biometría, la señalización digital, las cámaras digitales y el empleo indefectible de las redes Wi-Fi, así como las ventajas que ofrece la tecnología 5G en velocidad, latencia y comunicación fidedigna. Cierto es que todas estas innovaciones y soluciones aportarán un favorable impacto ambiental junto con los avances en temas como los ya mencionados del acceso, la seguridad, el manejo de flujos de público y la experiencia satisfactoria de los clientes. Las micro-ciudades inteligentes son entonces un factor clave en el incremento de la implementación de los análisis de datos, la inteligencia artificial, las plataformas de IoT (Internet de las Cosas) y algunos sistemas industriales.
Según el estudio “Smart Urban Concepts – Microcities and Cities-in-a-city”, realizado por ABI Research, empresa que desde 1990 es líder mundial en investigación, análisis y orientación en torno a las tecnologías transformadoras que están remodelando industrias, economías y la fuerza laboral en la actualidad, una amplia gama de proveedores de servicios y tecnología de “ciudades inteligentes” se está enfocando en estrategias de productos y soluciones para uno o más tipos de micro-ciudades. Según el estudio, hay más de 13 mil micro-ciudades que están adoptando una tecnología urbana global
Adaptándose al Cambio
En una entrevista reciente, el vicepresidente de mercados finales y verticales de ABI Research, Dominique Bonte, manifestó que en sus estudios, la compañía ha visto durante mucho tiempo “un gran interés en la tecnología para aeropuertos, puertos, centros comerciales, lugares y campus. Muchas inversiones en tecnología parecen estar dirigidas a micro-ciudades ya que estas son puntos focales de la actividad económica, la actividad social y la vida urbana en general”.
Asociado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), las micro-ciudades inteligentes, en su interacción entre unas y otras, empiezan a jugar un papel de primer orden en la solución a muchas de las problemáticas de las grandes ciudades. No hay duda que con los efectos ocasionados por el COVID-19, los cambios y adaptaciones tecnológicas en las ciudades fueron inusuales.
Las micro-ciudades inteligentes, con un menor riesgo, permiten incorporar las tecnologías de la cuarta revolución industrial, para luego replicar las más efectivas a nivel macro en las grandes ciudades
Las compras en línea, el trabajo remoto, la posterior reincorporación a los espacios de alto flujo de público, así como las necesidades y comportamientos exigidos por la pandemia, frenaron el crecimiento de aeropuertos, centros comerciales y parques empresariales, entre otros, pero igual implicó que los mismos adoptaran a gran velocidad medidas para soportar el cambio. Las micro-ciudades inteligentes ayudarán a la aceleración de esos cambios soportados por la sostenibilidad, la resiliencia y todo lo que irá implicando las comportamientos exigidos por los estilos de vida digitales.
Para Edgar Salas, CEO de la multinacional AZLOGICA®, líder en la región latinoamericana en la aplicación de soluciones desde el Internet de las Cosas, “las micro ciudades inteligentes son el mejor camino para transformar las comunidades si bien éstas, con un menor riesgo, permiten jugar a la incorporación de todas las tecnologías de la cuarta revolución industrial, para así asumir las más efectivas y replicarlas a nivel macro en las grandes ciudades”.
Y en la medida que nuestras grandes urbes vayan encontrando esos espacios específicos viables a la incorporación de este concepto, la multinacional AZLOGICA®, justamente, tiene a disposición una serie de plataformas con marcas registradas, como Things Manager®, Ecodrive®, Evolucion®, Pay As You Drive® y Team Manager®, entre otras, que en el momento requerido tienen las propiedades para desarrollar esas soluciones que permiten la gestión, optimización y control de distintas variables en esos frentes de acción para el desarrollo de estas micro-ciudades inteligentes.