Desarrollo Sostenible, Punto de Mira del Internet de las Cosas

Propender por un futuro mejor es y ha sido una de las consignas de la humanidad. Dentro de las vicisitudes que, desde siempre, y con mayor ahínco ahora, ha afrontado el planeta tierra y sus habitantes, no podría ser otra la razón por la cual, en septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Un plan de acción a favor del planeta, por ende, de las personas y la prosperidad, en torno a una intención por el fortalecimiento de la paz universal y el acceso a la justicia.

Cerca de cumplirse siete años del establecimiento de esta resolución por parte de los Estados miembros de las Naciones Unidas, esta Agenda, que plantea los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sigue siendo uno de los mayores desafíos del mundo actual en pro de erradicar la pobreza y lograr un desarrollo sostenible.Estos Objetivos, en su intención de hacerse efectivos en sus diferentes frentes económico, social, ambiental y político, entre otros, requieren no sólo de intenciones, sino de herramientas que faciliten el éxito de su propósito.

Por eso, desde que se habla de Internet de las Cosas (IoT), entendido como la innovación tecnológica de los procesos que permiten la conexión de la Internet a elementos físicos cotidianos y aplicables a miles de recursos, con el objetivo de aproximar cada vez más el mundo físico al digital, se ha establecido su afinidad instantánea y sistemática con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados y adoptados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El intercambio de información que plantea el Internet de las Cosas y que facilita diversas acciones, que van desde lo doméstico y cotidiano, pasando por frentes como la medicina, la agricultura, los negocios, la industria en general, hasta las llamadas ciudades inteligentes, encuentran una afinidad absoluta con algunos de estos objetivos. Basta mencionar el fin de algunos de estos para encontrar el quid de las soluciones que se les puede asociar desde el Internet de las Cosas. Entre ellas están, conseguir la seguridad alimentaria, promover la agricultura sostenible. Garantizar la educación de calidad inclusiva y equitativa. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.

Fomentar el crecimiento económico, desarrollar infraestructuras resilientes. Promover la industrialización inclusiva y fomentar la innovación. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres. Gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica. Estos Objetivos de Desarrollo Sostenible plantean, en especial para regiones como la latinoamericana, una necesidad apremiante por conectar la sociedad y su medio de desarrollo en tiempo real. El Internet de las Cosas (IoT) viene mostrando una evolución constante gracias a su modelo de valor. Las distintas soluciones que ofrece permiten capturar y procesar información y a través de la conectividad que ofrece las telecomunicaciones, alimentar unidades de infraestructura que facilitan la transferencia y transformación de los datos.

El impacto positivo del Internet de las Cosas (IoT) en estos Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por Naciones Unidas radica en la capacidad que tienen estas soluciones para abordarlos. De hecho, en algunos casos, su impacto puede correlacionar a más de uno de estos objetivos, aportando métricas generadoras de crecimiento en la productividad e innovación en la toma de decisiones relacionadas con industrias, servicios y personas. Una década atrás, la compañía AZLOGICA® comenzó a impactar en el ámbito tecnológico con el desarrollo de ECODRIVE®, una solución de IoT diseñada para que todas las empresas privadas, entidades públicas y gobiernos, tengan la capacidad de medir, verificar y reportar la efectividad de sus acciones hacia la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental. Esto con el fin de disminuir las emisiones de efecto invernadero en los procesos productivos de las empresas y en la vida cotidiana de las personas.

Desde el Internet de las Cosas, este tipo de solución, gracias a la cuantificación, visualización y predicción de datos, da acceso a un monitoreo en tiempo real de líneas de consumo energético, emisiones de GEI, huella de carbono, desperdicios y variables de control, que permiten una respuesta ágil capaz de contribuir de manera sostenible en los procesos. A través de ECODRIVE®, por ejemplo, se pueden establecer parámetros comparativos en el empleo de vehículos movidos por gasolina, diésel, gas e, incluso, por electricidad, y determinar cómo su uso puede reducir el impacto ambiental.

Gracias a las alianzas estratégicas establecidas por AZLOGICA®, uno de sus propósitos es la de colaborar en el logro de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por Naciones Unidas, y especialmente en los que se relacionan con ciudades y comunidades sostenibles, la acción climática, la energía limpia y asequible, e igualmente en el consumo y la producción responsables.

Desde 2014 con la emisión de los Bonos Verdes, por ejemplo, los inversores encontraron un nuevo instrumento financiero con el que incluían los proyectos climáticos en sus carteras. Pero a medida que este mercado de los Bonos Verdes ha crecido, se ha hecho necesario para los inversores contar con una absoluta transparencia y compatibilidad para evaluar este instrumento.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) creó entonces la innovadora Plataforma de Transparencia de los Bonos Verdes con la que estos inversores y sus revisores externos pueden analizar cómo se utilizan los ingresos generados por los bonos, comparar su desempeño ambiental, presentar sus conclusiones previas y posteriores a la emisión y conocer en cualquier momento el rendimiento específico de sus bonos. ) Para ello, se necesita de una herramienta de Medición Reporte y Verificación (MRV) que se ajusta a la operatividad que ofrece ECODRIVE®.

Como consultores en Finanzas Verdes, hemos visto la necesidad de contar con herramientas que permitan validar el desempeño real de los proyectos para la mitigación y reducción de los GEI. Que permitan el control, supervisión y auditoría de los resultados con una información confiable, veraz, segura, y con una evidencia objetiva para su evaluación y en ese sentido ECODRIVE® es la plataforma ideal para aplicar el Internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial en la solución a esta necesidad. Iván Barragán – Consultor en Finanzas Verdes.Así, ECODRIVE® es una solución a la medida, enfocada en la disminución de la brecha tecnológica asociada con la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental. Una de sus fortalezas está en la capacidad de conseguir un impacto positivo en el cambio climático por medio de reportes inteligentes, que contribuyen a la toma de acciones operativas, gerenciales y estratégicas que conllevan, por demás, una reducción de costos.

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